30 de septiembre de 2010

Todo el Invierno por Delante.

No puedo contener poner esa mueca cuando me trago el primer trozo de kiwi. Está tan ácido que la lengua se extiende de una manera que me obliga a toser. Tengo un pequeño hormigueo en el paladar, tan irritable, tan molesto, que tengo que introducir el dedo pulgar para calmar el picor. Y Vuelvo a comer Kiwi. Ese réprobo kiwi que hace que ponga esa mueca, que hace que arrugue la naríz. Y entonces, empiezo a recordar el día de ayer. Miércoles, el día que Aitor se fué a Orlando. Todos estábamos allí : Sam, Cris, Ann, Justin, Aitor y yo. En frente de una vieja furgoneta del padre, donde olía raro, un olor tan repugnante que a Sam casi le entran arcadas. Cris estaba totalmente neutral, indiferente a todo lo que los rodeaba. El aspecto de Cris era tan siniestro, tan apagado que el silencio tan dulce que los redeaba, se hizo amargo, tan amargo como ese estúpido kiwi.
-Volverás, dime que volverás Aitor.-El dolor rodeaba el aire. Todo estaba tan neutro, que Sam se acomodó con Justin.
-Sabes, ¿Sabes por qué volveré?.
-¿Por qué Volverás?
-Por que te quiero, y la distancia no va a cambiar eso.- Él agarró su cara con ternura y empezó a besarla repetidamente por su mejilla.
-Y, ¿Sabes porqué te esperaré?
-Dímelo, Cris.
-Por que te quiero, y la distancia ni va a cambiar eso.-Ambos se rodearon con los brazos, como si separarse, o moverse suponiera el adiós persistente.
-Déjame ir contigo, por favor, por favor, por favor...-Ella bajaba cada vez más y más la voz, susurrándole con la mirada, suplicándole con los besos.
-Tienes que quedarte y acabar tus estudios. Volveré, ¿De acuerdo? Te juro que volveré. Y, ¿Sabes por qué?.
-Por que la distancia no podrá con esto...- Dijeron a la vez, tan suave y bajito que hacía que el viento fueran moscas murmullantes, que se introducían por las orejas, y te dejaban ese orible sonido en el cerebro. ''Porque esto es para siempre, y siempre y siempre... ''. Se repetían el uno a otro entre lágrimas, lágrimas de dolor, y rencor hacía la fría despedida.
-Oye que ...
-No, No lo digas Aitor, No digas que te tienes que ir por favor, no lo digas.- Ella lloraba sin detenerse, tanto que su cara empezó a ponerse rojiza.
-No es un adiós. Es Un hasta pronto.-El se separa de ella entre empujones, ya que ella no lo dejaba marchar. Entre Justin y el padre de Aitor la agarraron para que Aitor pudiera subir al coche. Ella solo gritaba, y maldecía nuestras vidas. El padre se subió a la furgoneta, y nos dejó a Cris totalmente destrozada, indiferente. Ella empezó a correr tras el coche, gritando que no podía hacerle eso, que ella no se lo merecía. Justin fué tras ella, consigió atraparla, y calmarla un poco.
-Oye Cris que él...
-No pasa nada, estoy bien, de verdad- Dijo secándose la cara, y sonriendo como si fuera el primer día de clase, y hubiera parado de llorar al ver que la madre se había ido. Impresionante.
-Bueno, Vamos a tomar algo, ¿No?.- Dijo. Sonreía, pero sus ojos guardaban tantas lágrimas que permanecieron colorados durante toda la tarde. Cris, era fuerte, o eso quería parecer. Fué un día duro para todos, pero nadie podía calmar el dolor de Cris, nadie podía cubrir ese vacío que solo se puede llenar a base de besos, nadíe podia entenderla. Solo Aitor podía salvarla de aquel duro invierno, de aquel duro invierno que tendría que soportar, sola.

2 comentarios:

  1. Ostras cada vez es mas bonita la historia de REMEMBER y quienes la rodean..nose como lo haces pero consigues que nosotros que lo leemos tambien nos transmitas las cosas como si fuesemos los personajes de la historia y eso no es facil de conseguir

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  2. Uao, Muchas Gracias Piccolo. Has hecho que me sienta toda un escritora, cosa que aún está lejos para mí. Una Gran beso !

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