Supongo que no le dí una recibida esperada. Simplemente le dí un hola, y me fuí con mi alma y mi depresión a la Habitación. ¿Estaba preocupado por mí? Creo que sí, antes de subir a el primer escalón, me agarró del brazo, me giró tipo Película, y con sus ojos azules, Su pelo rubio volaaaaaando al viento, Me quedé atrapada por su mirada, atrapada, cohibida. Sentía un pequeño regusto a azúcar en mi estómago, frío, Pero no tenía ni punto de comparación cuando veía los ojos castaños de Jhon. "Tiempo, tarde o temprano lo olvidarás". Pensaba para consolar mi sufrida alma. Cada vez que me repetía eso más y más me hundía.-Sube, si quieres Nicolás.
-Gracias Pequeña Re.-Después de decirme eso, un escalofrío recorrió desde la nuca hasta el dedo del pié izquierdo.
-¿Quieres algo para tomar? Pastel, Café, Crepés ...
-Te quiero a tí. Desde que te fuistes, he estado ahorrando para poder venir a París contigo estos tres meses, matricularme en tu instituto, Y vivir en una casa pensión que está justo delante de tu hogar.-Entonces recordé el último Beso. Tan dulce, esperanzador, suave, mojado, Un adiós amargo.
-Un momento, ¿Delante de mí?, Ahí vive ...
-Sí, ahí vive una familia con una habitación Libre.-Preferí callar. Miraba sus ojos celestes brillantes, ansiosos de un buen revolcón, y después giraba un poco la cabeza, y sí, veía la casa de Jhon, donde iba a vivir Nicolás durante 3 meses.
-Te he extrañado mucho, Remember, Muchísimo. Y ahora, necesito un be...-Mientras decía esto, se acercaba un poco, más más, hasta rozar un poco los labios. Me encantaba como aprovechaba cada segundo, un simple roze me hacía sentir en las nubes. Fué a más y a más, hasta que nos comimos entre besos. Era tarde, y tenía muchas cosas que hacer, así que se fué, prometiendome con un simple gesto, que volvería él, y sus carnosos labios.
Babuchas de pato, Pelo mal recogido con una coleta de conejito, Una camiseta grande de Rodrigo que me llegaba hasta las rodillas, Un té de frambuesas aromadas en la derecha, una caja de Kleneex en la izquierda. ¿Tenía que estar feliz por la llegada de Nicolás?, ¿O, estar triste por Jhon?. Lo segundo. El mundo me pesaba más y más cada segundo que no lo veía. Lo necesitaba, y Tener a Nicolás era como poner una tirita cuando se necesita un torniquete, o una amputación. Vale, algo me calmaba, pero caba beso, caricia, roze, o sonrisa, el fantasma de Jhon volvía a mi cabeza. Entonces recordé cuando lo tenía dentro de mí. Fué tan especial ... Que para él solo fue "Sexo". Sexo ... Me trató como un simple juguetito.
¡Pomelo! ¡Pomelo, Pomelo con mermelada de albaricoque!. Dios necesitaba un pomelo con mermelada. Me puse unos shorts, y me peiné un poco. Fuí a la frutería. En 10 minutos, volví a casa. Con la lengua a fuera, cansada, pero rabiante por mi pomelo. Lo recorté por la mitad, y le proporcioné la mermelada. ¡Delicioso! Pequeños sonidos de regusto salían de mí. Pronto llegó Violette, extrañada.
-¡Vaya Días llevas nena!, No paras de zampar cosas extrañas, como antojos. Ten cuidado con el pomelo, o te caerá mal Remember.-Se fué con lo que buscaba. Su Nintendo, dejando sobrevolar mi preocupación por la habitación.
-Me Toca ponerme el 14, y estamos a 10 ... Y siempre me adelanto así qué...-Contaba con los dedos, frustación, la única palabra que tenía en la cabeza. ¿Y sí estaba embarazada?
