13 de noviembre de 2010

Un Mal día para Sonreir.

La hojas otoñales ya han perdido ese color pardo suave, de tantos pisotones que les han asestado. Su color casi negrizo, conjunta a la perfección con mi abrigo. Cris, está asentada junto a una árbol de castañas. El bosque proporciona un olor frío, pero acogedor. Justin coquetea con Sam, cerca de un prado de flores otoñales casi muertas por la frigidez de este Noviembre. Anne recolecciona setas y piñas que va encontrando, mientras que yo con Cris, recogemos algunas hojas secas, y nos la posamos en el pelo con cuidado.
-¡Oh!, Dios que cosa más horrenda.
-¡Vamos cris! ¡Es solo una pequeña oruguita!
-¡Cállate Remember, quítamelo del zapato!.- Empieza a saltar con esos zapatos celestes chillantes, mientras veo como la pequeña verde pelea por mantenerse.
-¡Para! Le vas a hacer daño, animal.
-¡Quítamelo, porfavor!.- Poso el dedo sobre su zapato, y ella corre hacia mi dedo. Su piel con pequeños hilos hacen que sonría. la dejo sobre un castaño, y nos dirigimos hacia el Bar más cercano para descansar.
-¡Vaya rollo!.
-Nunca estás contenta, Anne.
-¡Oh! ¡Cállate Justin, ¿Quieres?, no me parece justo pasar toda una tarde recogiendo setas y piñas, muriéndonos de frío, para que a la noche pasemos a hacer una estúpida fogata, y comerlas. ¿No sería mejor comprar Pizza?.
-Nadie te obliga a venir, Anne.- Anne cruza los brazos con rabia. Pero todos sabemos que está deseando que llegue esta noche.
-¡Oh!, Rubbie, preciosa, tráenos Goffres de chocolate y mermelada de fresa a todos, por favor!.-
El local fundía un olor a chocolate derretido fantástico. El día frío, hacía que todos necesitaramos más y más calor todavía. Yo sé lo que necesito. Y es una mirada chispeante.
 Pronto salimos de allí con la tripa llena, y una sastifacción impresionante. La noche se acerca, y me duele muchísimo que Jhon no pueda presentarse. Será una de las noches más fría de Noviembre, y tengo que pasarla sola.
 Llegó la noche, con el reloj sonando las ocho. El descampado había perdido su color, su magia. Todos están alegres, felices de esta experiencia, pero yo no sentía lo mismo. Estoy vacía, sola. Y tengo miedo de no poder ser feliz si él no está conmigo. Porque claro está que, no puede estar para siempre comigo. O eso es lo que pienso.
-Bien, sentaos porfavor. ¿Qué os parece si empezamos a comer?
-Oh, adelante Justin.
No puedo decir que no lo pasara bien, no puedo decir que deseara ir a casa. No puedo decir que cada vez que acariciaba el botón primordial del abrigo, el corazón se achicaba, tanto tanto, que el aire no entraba en mis pulmones con exactitud. No podía decir que mi mano estaba aún más fría esa noche. No, no podía decirlo pero, ¿Pensarlo?. Ahí nadie decide.
-¿Hora de irse chicos?
-Tienes razón, Sam, ya hace demasiado frío.-
Yo no sentía ese frío. Mi cuerpo no sentía. Todo el dolor que sentía, estaba en mi interior. Ya no queda nadie. El fuego juega con mis pupilas, hasta el punto de marearme. Justin se queda a mi lado, y me acaricia la mejilla.
-Él no te merece. Te mereces a alguien que nunca. nunca se separe de tí.
-¿Qué dices?
-No tengo porqué decir, solo, siente.-Poco a poco se acerca, me entra el pánico. Giro la cara, pero el me agarra los hombros, me obliga a besarle. Entonces, llega Sam.
-¡Pero Justin! ¡Qué estás haciendo!.
-Eh, Sam, es Remember ¡Está obsesionada conmigo!.- Sam me mira con furia, estoy confundida, no sé que decir. Sam se va llorando, se siente traicionada. Grita :
-¡Que sepas que se lo voy a contar todo a Jhon!.- Se va.
Justin me mira con furia, me agarra del pelo con la mano, y me tira a las hojas frías, cortantes.
-Que sepas que esto no va a quedar así, voy a  volver, y te daré lo que necesitas.-Se marcha. Estoy tirada en el suelo, sobre toneladas y toneladas de hojas afiladas que rajan mis manos descubiertas, sin manoplas. Estoy vacía, sola, y no hay nadie que pueda ayudarme. Pero, no siento miedo por mí, si no de lo que Justin sea capaz de hacer. Todo era demasiado perfecto, y hoy, 13 de Noviembre, siento que he muerto. He muerto, no voy a volver a vivir hasta que Justin, me devuelva, me devuelva mi ser, y se lleve este tremendo miedo que siento, que siento por perder, por perderlo para siempre.


Y, desde ese furioso día, nada volvió a ser completamente , como antes.

7 comentarios: