28 de diciembre de 2010

28 de Diciembre.


La luz del árbol centelleante, el vaho frío de bocas desconocidas, los castañeos y risas retiradas. Visualizo, contemplo las figurillas, las gotas de un perfume cálido y dulce como la miel. Nada me llama la atención. Tirito tras mi abrigo negro, que al parecer el tiempo no lo deteriora lo más mínimo. Una luz ininteligible  se ve a lo lejos. Sonrío, y los dientes se congelan. Es perfecto. Lo que estaba buscando. Acaricio mis palmas buscando un poco de fulgor en los bolsillos. La boina salta al ritmo al ritmo a que me precipito sobre la acera huesuda, y húmeda. Una señora mayor me mira, con una ojeada desinteresada y dulce.  
-¿Cuánto?.-Pregunto.
-Es un medallón muy muy antiguo. Aún no he conseguido ver lo que hay en su interior. Su oro reluce tras cuarenta años, donde lo conseguí por unos peniques.-Tose forzosamente- Pero tiene algo, que lo hace especial. Lo tendrás por 200. 
-Solo tengo ciento ochenta. Pero lo necesito ... Es para mi chico, ¿Sabe?
-Está bien. Es tuyo. ¿Te lo envuelvo?.

 Se acerca su cumpleaños, y no sé qué le gustará. Esta medalla tiene algo. Por más que intento, no se abre. Parece una pequeña cerradura, filmada con plata. Camino decidida hacia su casa, donde me espera una fiesta preparada por su madre. Millones de caras desconocidas, sonrisas falsas, y misticismo interesado. 

Día  28º mes décimo segundo.


-¡Oh! Cielo, pasa, tendrás frío.
-Gracias señora.-
La casa es grande, cubierta con madera, que me hacen sentir acogida. La nariz se presenta colorada, la siento. Me recojo el pelo y lo cubro con la boina. Me siento en un sillón morado, color uva con tacto de melocotón. Me siento tan cómoda y acogida, que los párpados se me resbalan por las mejillas. 
-¿Estás cansada, eh?
-¡Oh!, Hola Jhon. Tienes una casa preciosa.
-Anda ven. - Se sienta y me coloca sobre su rodilla. Pongo mi cara en su pecho, mientras el que me quita la boina y arrastra el coletero hasta quitármelo. Cepilla mi pelo con sus manos, y baja hasta mi barbilla. 
-¿Sabes que día es hoy?
-Hoy es 28 de Diciembre, Jhon.
- No digas que es un simple 28 de Diciembre. Hoy puede ser tu 28 de Diciembre, o ¿No es así?.
-Deja de hablar, estoy oyendo tu corazón palpitar.
-¿Me has comprado algo?
-Deja de hablar.
-Eres rara, muy muy rara.
-¿Crees eso?
-Pero eres mi rara.- Me besa la mejilla, y vuelve a mirarme a los ojos, con esos ojos chispeantes.
-Te tengo algo Rem.
-Es la fiesta. Lo sé, me lo dijo Sam. -Rio.
-Vamos, te están esperando, cumpleañera.
-Que sepa, no soy la única que cumple 17. ¿No?.
-Hoy, 28 de Diciembre, cumplimos 17.
-Será nuestro 28 de Diciembre.- Sonrío, y grito ocultada en su hombro. Soy feliz, y cumplo diecisiete años. Nada más abrir la puerta, allí estaba él. Justin, me miraba sonriente, y con un gesto, me dio paso para que me acercara a él.

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